Seguimos con nuestras iniciativas fáciles y baratas de cara a la Navidad.
Hoy vengo con una receta. No, no os habéis equivocado de blog... normalmente hablamos de casas, espacios curiosos, decoración, proyectos DIY... pero esta receta me ha facilitado tanto la vida estas Navidades que no me resisto a compartirla.
Ante todo, soy una principiante en lo que a cocina se refiere y, aunque tengo mis platos estrella y voy haciendo mis pinitos, la cocina no es mi fuerte. Así que cada vez que organizamos comida familiar o con amigos, tiemblo al pensar en lo que voy a tener que preparar porque:
1 - SIEMPRE se me echa el tiempo encima (y eso no es compatible con la buena cocina)
2 - siento una presión infinita al pensar que lo que estoy preparando no va a gustar, no va salir bien, se va a quemar, etc.
En Navidad, las comilonas familiares son ineludibles y cada uno aporta lo que puede llevar. Este año, quería currármelo. No quería llevar la típica botella de vino y ya está. Y me lancé nada más y nada menos que con un Tiramisú (en versión exprés, eso sí y que me perdone mi querida Píccola -una amiga italiana- por hacer un tiramisú sin mascarpone y muy poco ortodoxo) que da un resultado de 10.
¿Qué necesitamos?
1,5 botes de nata montad
1 tarrina de queso Philadelphia o similar (nótese mi afición a Mercadona, jaja)
2 cafeteras de café
azúcar
molde (yo opté por uno desechable porque me parece comodísimo para llevarlo a otra casa. Si la comida la organizáis vosotros, preferiría hacerlo en uno un poco más mono)
chocolate en polvo o Colacao
Colocamos las soletillas en la base del molde cubriendo bien, intentando que queden los menos huecos posibles. Una vez colocadas, añadimos el café recién hecho.
Esta foto no hace para nada justicia a este gran momento. Ese aroma a café, esas soletillas humeantes... ¡a la próxima os hago un vídeo para que lo podáis apreciar mejor!
Apartamos la base y vamos con el relleno.
En un bol, echamos la tarrina entera de queso Philadelphia, bote y medio de nata montada y un poco de azúcar (menos si la nata montada es azucarada y más si no lo es). Yo eché cuatro cucharadas soperas de azúcar a mi nata azucarada, para que os hagáis una idea.
A continuación, mezclamos hasta conseguir una crema homogénea, sin grumos.
Una vez conseguida esta textura, añadimos a la base de soletillas con café que habíamos apartado y la cubrimos bien.
Y, como toque final, espolvoreamos chocolate en polvo o colacao por encima de nuestra obra maestra y metemos en el frigorífico unas cuantas horas.
Normalmente lo espolvoreo cubriendo toda la superficie pero, por aquello de que es Navidad, recorté una plantilla con forma de árbol navideño y quedó así de apetecible
Tiempo de elaboración: 10 minutos.
Nivel de éxito: 200%
¡Suerte con vuestras recetitas navideñas para Nochevieja y Año nuevo! Recordad: simplificad y no sufráis, que estos días están para disfrutarlos.
Un fuerte abrazo,
Clara
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