domingo, 27 de noviembre de 2011

En casa de Justin

¡Hola a todos!
Hoy viajamos hasta París para visitar una preciosa casa de 100 metros cuadrados en el barrio del Marais.
Puede que no todos dispongamos de un espacio tan bien distribuido ni con techos tan altos como el de Justin pero sí que podemos aprender mucho sobre cómo ha jugado con la decoración.
¿Preparados? Pues llamemos al timbre...

Nada más abrir la puerta, nos encontramos con esta maravilla. Techos infinitos, mucha luz y pinceladas de color para alegrar la estancia.

Se me antoja que la casa tiene un toque muy escandinavo, con muebles de líneas limpias y sencillas. Puede que las sillas no sean el colmo de la comodidad, pero desde luego no podemos negar que son monísimas. Los pobres mortales quizás podríamos sustituirlas por un buen sillón de lectura tapizado en tonos amarillos y azules (o tapizado en azul y con un cojín amarillo, que resulta menos arriesgado).


Aquí tenemos el salón desde la otra perspectiva, que nos deja ver la zona de comedor y una estupenda claraboya por la que entra claridad a raudales. ¿No os gusta el toque del cactus en el salón? Yo suelo asociar estas plantas al jardín o la terraza, pero me parece que aquí queda genial. Por supuesto, no apto para casas con "miniyós" (niños pequeños).

En la primera imagen del salón veíamos una persiana de madera al fondo, ¿recordáis? Pues bien, detrás se esconde la habitación de invitados, con una decoración en línea con el resto de la casa. Atentos a la lámpara-globo terráqueo. Mi amiga Elena tiene una que, apagada, es un mapa físico y, cuando se enciende, se convierte en mapa político. Una maravilla, vamos. Esta tiene pinta de ser similar. Yo creo que en este espacio no me habría resistido a crear un vestidor con un futón que poder convertir en cama cuando vinieran invitados...

Subimos las escaleras que nos llevan hasta la habitación principal, en la parte superior del dúplex. De esta zona, me gusta la gran estantería, toda llena de libros. Me parece la señal más evidente de que una casa esté "vivida". A veces, una no sabe dónde meter tantos libros pero no dejan de ser un tesoro, así que hay que buscarles hueco donde sea.



  Y aquí tenéis la súper habitación. Los techos siguen siendo cómodos y, a diferencia de lo que suele pasar en muchos dúplex, la parte superior sigue siendo espaciosa. Quizás la decoración se me antoja demasiado desangelada para un dormitorio... aquí sí que habría optado por tonos más claros, algunos cuadros... pero es por ponerle pegas, ¡ya quisiera yo este espacio para mí!
Aquí vemos la cocina, con su nevera SMEG (precioooosas) y un cuadro muy original. La lámpara me encanta. Vi una similar el otro día en una tienda de lámparas de Madrid y fue un flechazo inmediato. Por desgracia, mi presupuesto no se lo puede permitir...

Y, por si este casoplón no os ha sorprendido lo suficiente, mirad esto:
¡¡Tiene patio propio!!
Objetivamente, estamos ante una casa perfecta.

Y, ¿lo mejor de todo? Pues que si vas de viaje a París, podrás alojarte en ella. Las imágenes están extraídas de la web de alquiler por corta estancia Airbnb. Os dejo el link directo a esta propiedad por si tenéis planeado algún viaje a la ciudad de la luz y os apetece alojaros en ella:
http://www.airbnb.com/rooms/240417

Espero que hayáis sacado ideas para aplicarlas a vuestras casas.
¡Yo ya me he apuntado un par de tips!
Un abrazo y hasta la próxima.

3 comentarios:

  1. No está nada mal... Ya quisiera yo también... Besos!

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  2. Hola Clara, buscando fachadas azules me encontré con tu blog y me ha sido de gran ayuda. Te comento que la silla azul de la sala (primera foto) se le llama "silla Acapulco" ya que son originarias de este puerto, pero en Acapulco los nativos las llamamos "sillas huevonas" por dos razones porque tienen forma de huevo y porque en México le decimos huevón o huevona a las persona flojas. Tal vez te parezca incómoda pero son todo lo contrario, buenísimas para la ociosidad, puedes pasar mucho tiempo sentada en ellas y no te cansas, amén de que son súper ergonómicos ya que tu piel nunca se caliente y por el contrario airean todo tu cuerpo, hasta los doctores las recomiendan. Se hizo famosa allá por los 50´s cuando las celebridades de Hollywood frecuentaban el puerto. Martha Stewart ha sacado una línea de estas sillas y ya hay varios estados de México que las exportan a Europa. Saludos desde Acapulco, Guerrero, México.

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    1. ¡Muchísimas gracias por tu comentario y tus apuntes sobre la silla Acapulco! ¡Tomo nota! Y, a propósito de fachadas azules, estoy preparando un nuevo post que espero que te sirva también. ¡Un saludo!

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