El sueño de Mane

Casi casi desde que la conozco, Mane siempre ha soñado con cambiar de casa, mudarse al centro de Madrid y disfrutar de sus calles, sus terrazas y su gente con tan sólo salir de su portal.
Le ha costado encontrar el momento y la casa perfecta pero, por fin, está haciendo su sueño realidad.

Ahora la miras y a pesar del trabajo que conlleva elegir azulejos, muebles, interruptores y grifos, irradia ilusión. Me gusta verla contenta.

Y es que no es para menos. De momento, está en obras, pero ha encontrado una casa muy especial.
Me ha parecido muy interesante enseñaros cómo evoluciona la construcción de un sueño:

Aquí tenéis la primera imagen del salón, que tiene tres ventanas a la calle y albergará una preciosa escalera que nos llevará a la buhardilla y ¡¡a la terraza!! Como veis, luz no le falta...

En la siguiente foto vemos la cocina desde el salón. La idea es separarlos física aunque no visualmente con una cristalera que ocupará gran parte de ese hueco. De este modo, se logrará más sensación de amplitud, más comodidad y más luz para la cocina.

De la cocina en sí, sabemos que será en tonos muy claritos y que la nota de color irá en los detalles... pero no os puedo avanzar más. Para verlo, tendremos que esperar hasta que esté montada!

Mane ha decidido hacer dos dormitorios en su casa, el principal y uno de invitados. Mirad qué luz tiene en su habitación...

En cuanto a baños, la casa estaba pensada originalmente para albergar dos pequeños. Sin embargo, con muy buen criterio, su dueña ha optado por crear un plato de ducha central que comparten ambos baños, tanto el de su dormitorio, como el general de la casa. De este modo ahorra espacio y le queda una ducha de un tamaño ¡¡envidiable!!
Pondrá dos puertas de cristal traslúcido en la ducha en cada acceso para preservar la intimidad y, el espacio que ahorra en el baño pequeño para uso general, lo dedicará a almacenaje.

El día que fui a visitar la obra, le estaban alicatando el baño. Como veis, en un tono muy cálido y con azulejo grande. Promete.

Y por último, os presento la terracita. Muy cuadrada y con un tamaño perfecto para poner una mesa y unas sillas y disfrutar del buen tiempo, ¡que es mucho!

Como veis, está habilitando una habitación abuhardillada con acceso desde la escalera del salón y también por fuera, desde el acceso principal a la terraza por la escalera del edificio.
Tendrá puertas y ventanas de cristal, para dar luz a la habitación. Allí tiene intención de poner la lavadora y algún sofá, sillón o similar, para leer o incluso, para acomodar a invitados.

Bonita estampa de tejados madrileños, ¿verdad?

Os iré enseñando los avances de la obra y, por supuesto, el resultado final. Esperemos que sea pronto.
De momento, mi enhorabuena desde aquí a la flamante propietaria.

Un abrazo y, ¡hasta la próxima!