Nos ha pasado a todos alguna vez. Sacamos la colada de la lavadora, la tendemos y, cuando vamos a doblar y planchar, se nos ha perdido algún calcetín...
Y siempre la misma pregunta "No recuerdo estar coja... ¿dónde estará el otro calcetín? ¿Tienen vida propia o qué?"
Y al final te encuentras con una colección de calcetines desparejados en el cajón que te resignas a tirar "por si aparece la pareja algún día, porque tiene que aparecer, claro".
Pues mientras aparece y no aparece, aprovechando que las temperaturas empiezan a bajar y ya apetece llenar la casa de mantitas de sofá y cosas cálidas, os propongo algunas ideas para reciclar los calcetines sueltos más llamativos o que más os gusten.
Los podemos utilizar para dar un aire nuevo a macetas y jarrones. ¡Los de rombos son mis favoritos para esto!
¿Qué os parece esta opción? A mí, desde luego, ¡divertidísima! Y nos evitamos arañazos en el parqué.
También podemos utilizarlos para darle un aire nuevo a nuestras tazas y no quemarnos si contienen alguna bebida caliente.
Y, cómo no, no podemos olvidarnos de los pequeños de la casa. Con fieltro, un par de botones y algo de imaginación podremos regalarles unos peluches de lo más especiales. ¡Estos pingüinos son monísimos!
Eso sí, ¡no aptos los calcetines con tomates!
Un abrazo,
Clara
Jajajaaa, como que tengo una bola llena de calcetines huérfano!
ResponderEliminarEn vez de tirarlos, espero una buena ocasión de reciclarlos, y ésta de las macetas es una :-)
Besos,
Aurélie
Jaja, me alegro! Si te animas a probar, ¡queremos fotos!
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