Hoy me gustaría dedicar este post a las escaleras interiores, ésas a las que tan mala cara ponemos cuando toca ir a por algo que se nos ha olvidado en el dormitorio.
Según lo veo yo, tener una escalera interior en casa es todo un lujo, porque implica que tienes ¡¡2 pisos!! Una segunda planta con dormitorios, una buhardilla, una terraza... lo mismo da. La cosa es tener dos niveles totalmente diferentes y poder desconectar por completo de uno pasando al otro... Si a alguien le sobra un dúplex, que me llame, por favor...
Lo cierto es que no siempre damos a las escaleras interiores la importancia que merecen, ya que, con un poco de imaginación, podemos desde camuflarla por completo hasta convertirla en la principal atracción del salón o en un espacio de almacenaje.
Veamos algunas propuestas interesantes:
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Fotografía vista aquí |
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Fotografía vista aquí |
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Fotografía vista aquí |
También nos puede interesar "ocultar" nuestra escalera, bien porque esté situada en un espacio minimalista o porque no nos interese que sea el centro de atención de la estancia. Ésta que os enseño es de Christian Siller, todo un Houdini camuflando e integrando escaleras.
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Jamás se me habría ocurrido colocar cajones en una escalera. Una solución fantástica de almacenaje, muy discreta y perfecta para los famosos estudios de 30 m2.
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Y esto es todo, de momento.
Este fin de semana estoy preparando una jornada de bricolaje que tiene que ver con mesitas de noche. Tendré la cámara de fotos cerca para mostraros los resultados.
Hasta entonces, ¡un beso a todos!
Bravo, me encantan!
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